El mantenimiento de las instalaciones eléctricas es una gran herramienta que permite aumentar la seguridad de las personas, de las instalaciones y la disponibilidad de los equipos y/o máquinas, evitando fallas, mejorando la seguridad y productividad de cada uno de los sistemas eléctricos.
En la actualidad, prácticamente todos los procesos productivos en la industria involucran la utilización de la energía eléctrica, por lo que es totalmente necesario realizar periódicamente una mantenimiento al sistema eléctrico correspondiente. Las pruebas de mantenimiento son estándares y procedimientos empleados para detectar deficiencias en las instalaciones y equipos, antes de que estos fallen estando en servicio. Las características de cada instalación (ya en Baja, Media o Alta Tensión), exigen la necesidad de ejecutar pruebas de mantenimiento de rutina en cada una de estas instalaciones.
Toda instalación eléctrica puede presentar dos estados operativos:
i) Normal: condición que establece que los parámetros eléctricos se encuentran dentro de los límites permisibles (voltaje, corriente, frecuencia, impedancia).
ii) Anormal: condición que establece que los parámetros eléctricos se encuentran fuera de los límites permisibles durante un tiempo determinado.
Las perturbaciones pueden evidenciarse como distorsión armónica, flickers o transientes, mientras que las fallas serían sobrecargas, cortocircuitos y aislamiento.
Ambas son condiciones que ponen en peligro la instalación y a los usuarios. Entonces, cuando surge algún problema, el sistema de protección puede detectar el problema y aislarlo de manera de evitar daños a las personas y/o equipos, pero la única forma de saber si este funciona, antes de que sea necesario, es a través de una prueba.
Mediante simulaciones de distintos modos de falla con métodos de prueba no-destructivos, las deficiencias en el sistema pueden ser localizadas y corregidas. Entonces, cuando el sistema es puesto a operar bajo condiciones de falla, la prueba de mantenimiento de las instalaciones eléctricas ayuda a tener la seguridad de que este trabaja de forma segura y apropiada.
La falla eléctrica es un defecto de baja impedancia entre dos puntos de potencial diferente. Entre sus características, están la creación de un arco eléctrico, esfuerzos electrodinámicos, y esfuerzos térmicos.